Todo da vueltas en mi cabeza pero es el recuerdo de tus manos en mi cuerpo el que me invade. Y vuelvo a morderme los labios por el deseo de devorarte con la misma intensidad que me los mordía mientras clavabas tus ojos en los míos en cada movimiento de nuestras caderas.
Y mientras tú hueles a mi yo llevo en mi cuerpo tu olor. Y ahí estás durmiendo mientras yo vuelvo a desear que se repita ese momento de locura desmedida. Locura que embestía sola. Locura en la que éramos títeres. Locura sin consciencia. Locura que nos desvestía. Locura que nos liberaba sin dejar nada por hacer. En la que no dejaríamos un solo deseo insatisfecho.
Mi cuerpo vuelve a necesitarte. Espero que estés preparado para despertar entre besos.