La vida resuena en mi cabeza y no sé de dónde provienen los ecos.
Me he perdido y encontrado tantas veces. Dónde estaré ahora no lo sé. En el principio de un nuevo camino sin duda.
Me muerdo los labios y no me sabe a nadie pero me quieren saber. Saben a esperanza.
Cierro los ojos en el silencio buscando más allá del latir de mi corazón. Suena un voz que me llena de paz, y le contesto "te busco, guíame"
Quiero olisquear y no sé cómo olerá pero me impregna el olor a ilusión.
Quiero una piel que rozar y no hay nadie a mi lado, quizás si extiendo la mano, al final de la yema de mis dedos me recogen, me abrazan y me reconfortan.
Y lo más real de todo es su imagen. Y no importa que no le haya visto, pues le he soñado.
Cuando la vida parece que acaba, solo se prepara para volver a empezar.