Giralda de mi Sevilla
musulmana y cristiana
con aires de rosa fina
la más bella sevillana.
Nací amándote Giralda
queriendo a ti igualarme
tenerte un día tan cerca
que secretos me contases.
Quisera poder leer
de tus hechuras almohades
conocer tus recuerdos,
que tus piedras me hablasen,
que bajito y susurrando,
al oido me desgranes,
la historia, que tú, guardiana
viviste y la callaste.
¡Cuéntame Giralda!
te prometo no chivarme
dime qué te guardas
deja ya de silenciarte.
Déjame ser aedo
de la historia que me narres,
márcame tú las notas,
márcame tus compases,
que mi papel y mi pluma
cual guitarran te tocasen
que así habla Sevilla
musiqueando cada frase,
que no hay palabra que se diga
sin un compás que la marque.
No tengo prisas Giralda
esperaré a que me hables
sin que tu veleta cristiana
calle tus piedras almohades.
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