martes, 1 de mayo de 2012

Gintonics, recuerdos y esperanzas.

Y se fue. Se puso su vestido más corto, sus tacones más altos, se pintó los ojos de un negro intenso y se fue a buscar un gintonic en soledad.

Empezó a pasear por aquella calle a orillas del río mirando hacia dentro de los bares. Y en el más oscuro bar que encontró se metió y se sentó en la barra. Todos a su alrededor la miraban. Una chica sola bebiendo con mirada taciturna y pinta de guerrera. Pero despreciaba a todo el que se le acercaba.

Ella solo quería beber y pensar. Recordar con cada sorbo. Beber y en el sabor del gintonic llevarse consigo el recuerdo de aquellos besos que mojados de esta copa rozan los suyos hasta dejarle huellas en el alma.Y casi sin darse cuenta los gintonics pasaban frente a ella y desaparecían tan rápido como las horas que pasaba junto a él. 

De vez en cuando se miraba en el espejo que había echado al bolso y se retocaba el pintalabios. No quería que nada que no fuera sus besos desnudase sus labios, tampoco aquellos gintonics.

Entonces vio que no le quedaba más dinero. Se levantó de la barra aún entre miradas. Y con tambaleos se fue despacio por las calles. 

Se metió en la cama creyendo que él estaba allí con la cabeza llena de imágenes que casi parecían reales. Sentía que podía tocarle, que podía besarle, hacerle el amor...se durmió rendida por el alcohol, extasiada por sus pensamientos. Despertó a la mañana siguiente sabiendo que un día dejaría de beber gintonics en soledad y despertaría besándole.

1 comentario:

  1. hay que verr como me gustan tus post!!
    me siento mu identificada si cambiamos lo del gintonics por tintos de verano con limón jeje :p

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