Quiero pensarte y tu recuerdo se escapa de mis manos. No quiero tu recuerdo, sigo queriendo sentirte.
Pensar en el regocijo de nuestros cuerpos amándose. En mis manos recorriendo tu piel. En mi boca bajando por tu vientre hasta una zona prohibida que excita mi deseo.
Quiero provocar tus ganas de acariciarme clavando mi mirada en la tuya. Quiero despertar tu deseo de besarme mordiendo la comisura de tus labios. Quiero escucharte gemir buscando tu placer.
No quiero perderme nada de lo que me puedas ofrecer mientras te devoro. No quiero dejar de sentirte. Quiero estrechar mi oído contra tu pecho y que tu corazón me ensordezca de pasión.
Hoy quiero amarte sin tabúes. Quiero que tu alma y la mía se ignoren. Que nuestros pensamientos se pierdan. Que sólo seamos llamas que abrasan de calor la habitación, que derriten las sábanas en las que nos envolvemos.
Quiero despertar exhausta por la mañana y besarte con la ternura que olvidamos en esa alocada noche.
¿cómo te sientes? ¿medio lleno medio vacío? no siempre la vida es plena y la mía casi siempre es un mar de ir y venir de dudas. Esta es mi jarra. A veces a medio llenar de esperanzas, a veces a medio vaciar de desilusiones.
lunes, 28 de noviembre de 2011
domingo, 27 de noviembre de 2011
Sueños rotos
Una habitación oscura. Una cama vacía, pequeña a simple vista, grande cuando te metes en ella. Puedo caminar entre los centímetros de esa cama. Viajar entre mil recuerdos sin moverme de la frontera de sus sábanas. Ahogar mi llanto en su almohada y no querer volver a respirar.
Puedo salir de esa cama y creer que extiendo mis alas y vuelo. Y sin embargo saber que ni tengo alas ni puedo volar.
Sueños que te hacen pensar que puedes alcanzar lo inalcanzable. Sueños del que despiertas bruscamente, con el corazón vacío, con el estómago revuelto. Sentirte una niña de siete años a los veintisiete porque creíste el cuento. Y volver a los veintisiete porque el cuento de hadas pasó a ser novela de terror.
Y a pesar de ello quieres volver a ser niña. Quieres volver a creer en el cuento. En el fondo es lo que te hace querer seguir adelante. Pensar que tienes un hada madrina que te regalará un precioso traje y hará para ti de una calabaza la más bella de las carrozas. Y encontrarás al príncipe adecuado.
Y siempre sueñas que ese príncipe será para siempre. Y siempre deseas no despertar. Y siempre quieres viajar entre las sábanas, no con recuerdos sino en la autopista de su cuerpo.
Y despertar...
domingo, 20 de noviembre de 2011
¡Vivan las cadenas!
Podríamos citar a Gabriel García Márquez en el título de una de sus más famosas obras para describir lo que ha sucedido hoy en España. Porque todo esto no es más que la "Crónica de una muerte anunciada". La muerte de grandes derechos sociales que nos habían hecho avanzar a una sociedad adaptada al S.XXI.
La verdad, la triste verdad, es que todos, todos los que nos gobiernan son fanfarrones. No nos engañemos. Sólo cambiamos el nombre del fanfarrón que va a dirigir nuestras vidas. La diferencia entre uno y otro es el nivel de fanfarronería. Hablamos del más fanfarrón y del menos fanfarrón. Pero, a riesgo de que esto se convierta en un trabalenguas redundante, fanfarrones todos.
Ver a la gente que celebraba en la calle Génova el triunfo del PP me ha hecho pensar en la vuelta a España de Fernando VII. ¿No le veis la similitud? España recibió al rey Fernando al grito de "¡Vivan las cadenas!" Y cadenas son lo que este país busca. Lo que esos votantes han pedido. Lo que el partido electo les dará.
Volveremos a una sociedad distinta a la que proclama nuestra amada Constitución. Porque sí. Porque no seremos iguales en el momento mismo que ataquen los derechos de la sociedad gay a contraer matrimonio. Porque los hijos de uno no serán iguales a los de otros cuando la educación pública comience a abandonarse. Y porque atacarán el mayor de los logros de la democracia de este país convirtiendo a la Seguridad Social en una medicina de copago. Y no hablemos de la abolición de leyes como la del aborto por una simple cuestión de moralidad religiosa. Ese gran fallo de la política; su unión con la religión.
¡Vivan las cadenas! Qué triste que a un pueblo que le regalan tanta libertad quiera volver a atarse. Obreros en paro que reciben ayudas que les serán negadas y acuden a las urnas a darle el voto a quienes le despojarán de ellas.
¡Vivan las cadenas! Cadenas de un bipartidismo controlado por la ley electoral de Victor d'Hont ideada hace más de un siglo y permitido por un pueblo que parece asustarse a la hora de coger una papeleta distinta a la de PSOE o PP.
¡Vivan las cadenas! Cadenas que nos atarán en corto gracias a una mayoría absoluta aplastante.
¡Vivan las cadenas! Cadenas que amarran a un país adormecido en la comodidad y el estrés. En las ilusiones ópticas de sus distracciones. Cadenas que impiden a este país tomar conciencia de la necesidad de un movimiento social tal que sea equiparable a los movimientos que nos llevaron a la democracia que poco a poco se apagará en la mayoría absoluta.
El pueblo ha hablado. Que el pueblo ahora se pare a observar y termine pensando es la única utopía que me queda por comprobar si puede llegar a ser real.
Ahora sólo nos queda resistir para sobrevivir y desatarnos algún día de las cadenas.
domingo, 13 de noviembre de 2011
Vivir.
Soñarte y acariciarte.
Pensarte y besarte.
Desearte y tenerte.
Disfrutarte.
Buscarte y encontrarte.
Encontrarte sin buscarte.
Llegar a ti por olerte.
Perderme.
Calles vacías, silenciarte.
Sábanas limpias, amarte.
Noches sin fin, despertarte.
Entusiasmarte,
Cerrar los ojos, quejido.
Abrir los ojos, abrazarte.
Cruzar miradas, besarnos.
Atarte.
Y...
Amanecer a tu lado, mimarte.
Besar tu mejilla, cuidarte.
Acariciar tu brazos, quererte.
Respirarte.
Pensarte y besarte.
Desearte y tenerte.
Disfrutarte.
Buscarte y encontrarte.
Encontrarte sin buscarte.
Llegar a ti por olerte.
Perderme.
Calles vacías, silenciarte.
Sábanas limpias, amarte.
Noches sin fin, despertarte.
Entusiasmarte,
Cerrar los ojos, quejido.
Abrir los ojos, abrazarte.
Cruzar miradas, besarnos.
Atarte.
Y...
Amanecer a tu lado, mimarte.
Besar tu mejilla, cuidarte.
Acariciar tu brazos, quererte.
Respirarte.
jueves, 10 de noviembre de 2011
Labios de cerveza.
Mojo mis labios en cerveza.
Me falta el encuentro con la cerveza que queda en los tuyo. No los tengo y me muerdo los labios. Mis labios están salados; mi dulzor va y viene contigo.
Mi piel. Mi piel olvidó que podía sentir la última vez que repasaste mi cuerpo con tus manos.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
La vida me la ha jugado. Si me asomo por la ventana la luna se ríe de mi mirada. Mi mirada busca la luna. La luna se aparta para evitar mis encargos. No quiere llevarte mis besos. Está encelada. Quiere besarte por ella y envidia mi mortalidad.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
La noche se adentra, el sueño escapa a mis pestañas, mis ojos no se cierran. Se abren. Te buscan.
Evito dormir. Me duele no sentir tu respiración en mi nuca. Abrir los ojos en la mitad de la noche y verte dormido. Bohemia.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
Mi corazón. Mi corazón te recuerda en cada sorbo que bebo. No quiere borrar las huellas que tus labios le han dejado. No quiere dejar de latir por ti. Evita dormir. Desconoce que mi cabeza tampoco te olvida.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
Mi cabeza te piensa y hace que mis manos te escriban desde el corazón. Pobre corazón que ignora las señales por estar pendiente de ti.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
Te espero.
Me falta el encuentro con la cerveza que queda en los tuyo. No los tengo y me muerdo los labios. Mis labios están salados; mi dulzor va y viene contigo.
Mi piel. Mi piel olvidó que podía sentir la última vez que repasaste mi cuerpo con tus manos.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
La vida me la ha jugado. Si me asomo por la ventana la luna se ríe de mi mirada. Mi mirada busca la luna. La luna se aparta para evitar mis encargos. No quiere llevarte mis besos. Está encelada. Quiere besarte por ella y envidia mi mortalidad.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
La noche se adentra, el sueño escapa a mis pestañas, mis ojos no se cierran. Se abren. Te buscan.
Evito dormir. Me duele no sentir tu respiración en mi nuca. Abrir los ojos en la mitad de la noche y verte dormido. Bohemia.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
Mi corazón. Mi corazón te recuerda en cada sorbo que bebo. No quiere borrar las huellas que tus labios le han dejado. No quiere dejar de latir por ti. Evita dormir. Desconoce que mi cabeza tampoco te olvida.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
Mi cabeza te piensa y hace que mis manos te escriban desde el corazón. Pobre corazón que ignora las señales por estar pendiente de ti.
Sigo mojando mis labios en cerveza...
Te espero.
jueves, 3 de noviembre de 2011
Unos por qués llenos de sin embargos.
¿Por qué no me dijiste que probar tus besos me crearía adicción?
¿Por qué no me explicaste que tu piel no desaparecería de la mía?
¿Por qué no me hablaste de cómo superar no encontrarte a mi lado bajo las sábanas?
Nadie me dijo que enamorarse fuera fácil así como nadie me dijo que olvidarte era imposible.
No sólo no puedo olvidarte si no que además no quiero hacerlo.
Creo encontrarte en cada rincón donde no estás y no sabes qué desilusión se apodera de mi cuando me doy cuenta del vacío.
Y sin embargo...
Sin embargo soy feliz; sin embargo imaginarte me hace creer verte y soñarte me hace creer tocarte.
Y aquí me tienes escribiendo porque pienso que me lees y yo...yo puedo escucharte.
Tanto te apoderaste de lo que había mío dentro de mi, que me he perdido.
Tanto te llevaste que en mi soledad ni me noto.
Antes de ti podía sentarme a pensar en mil cosas. Antes de ti sabía que existía porque escuchaba mi cabeza pensar. Antes de ti tenía memoria de tiempos pasados.
Después de ti me siento y eres todo en lo que pienso. Después de ti sé que existo porque mi corazón late. Después de ti no pienso en el ayer ni en el mañana, sólo en lo feliz que me haces en el momento.
Lo mejor de todo es que ni siquiera tú podrías arrebatarme lo que siento, porque tú te has quedado conmigo pero mis sentimientos son sólo míos.
Y si por esto se puede decir que te quiero. Entonces te quiero sin remedio.
¡Que nadie me dé nunca la medicina!¡Que a nadie se le ocurra querer curarme!
¿Por qué no me explicaste que tu piel no desaparecería de la mía?
¿Por qué no me hablaste de cómo superar no encontrarte a mi lado bajo las sábanas?
Nadie me dijo que enamorarse fuera fácil así como nadie me dijo que olvidarte era imposible.
No sólo no puedo olvidarte si no que además no quiero hacerlo.
Creo encontrarte en cada rincón donde no estás y no sabes qué desilusión se apodera de mi cuando me doy cuenta del vacío.
Y sin embargo...
Sin embargo soy feliz; sin embargo imaginarte me hace creer verte y soñarte me hace creer tocarte.
Y aquí me tienes escribiendo porque pienso que me lees y yo...yo puedo escucharte.
Tanto te apoderaste de lo que había mío dentro de mi, que me he perdido.
Tanto te llevaste que en mi soledad ni me noto.
Antes de ti podía sentarme a pensar en mil cosas. Antes de ti sabía que existía porque escuchaba mi cabeza pensar. Antes de ti tenía memoria de tiempos pasados.
Después de ti me siento y eres todo en lo que pienso. Después de ti sé que existo porque mi corazón late. Después de ti no pienso en el ayer ni en el mañana, sólo en lo feliz que me haces en el momento.
Lo mejor de todo es que ni siquiera tú podrías arrebatarme lo que siento, porque tú te has quedado conmigo pero mis sentimientos son sólo míos.
Y si por esto se puede decir que te quiero. Entonces te quiero sin remedio.
¡Que nadie me dé nunca la medicina!¡Que a nadie se le ocurra querer curarme!
Falsedad Mundana
Hoy voy a rendirle honores al nombre del blog. Porque sí. Mi vida es una jarra de agua que en este momento intento vaciar de desilusiones y aunque lo fácil sea pensar que hablo de desilusiones amorosas no sólo esas me preocupan, aunque esas sean las más dolorosas y las que más llegan a mi vida. Éstas merecen capítulo aparte que hoy no le pienso dedicar.
Cual destripador de cerdos es necesario ir por partes en este post. Vamos allá.
Cuando llegan estas fechas en las que todo huele a Navidad siento la necesidad de vomitar sobre ella, antes incluso de que haga su aparición anual definitiva. No sólo por lo falso de las fiestas sino por el empeño del mundo en hablar de esa falsedad. ¿De verdad la gente cree que los que le rodean son solo falsos en estas fechas? Si es cierto que la gente piensa así es que estoy rodeada de más yupis de los que imagino.
La gente es falsa a todas horas. Hay quienes incluso se permiten la licencia de ir regalando "te quieros" y olvidan el "follar". Quienes te sonríen y están pensando barbaridades sobre tu persona. E incluso quienes viven lo que no son, estos son mis queridos camaleones, hoy como ese, mañana como aquél.
Y resulta que a esta sociedad le hace falta abrir un polvorón para darse cuenta de la mierda que circula.
Este año, antes de que nos llegue la happy party (nótese la ironía), tenemos un regalo de aquello que llaman el Estado, dícese democrático. Nos regalan unas magníficas votaciones anticipadas para que soñemos que con ellas la cosa va a empezar a ir viento en popa y a toda vela. A mi en realidad todo esto me provoca "sonrisas falsas" en aquellos momentos en los que no puedo debatir, con toda la claridad que quisiera, porque es todo tan jodidamente democrático, que si hablo de mi tendencia política puedo perder mi puesto de trabajo. Y ¡ay Dios qué cositas me trago!.
Me resulta tremendo cuando, aún consciente de ello, reconoces empíricamente la xenofobia capitalista de esta puta sociedad en la que no tengo más cojones que estar. Y sí, lo digo bien. La gente habla de xenofobia y se le "olvida" añadirle el adjetivo 'capitalista', a pesar que sabemos todos que quien trae dinero en el bolsillo es tan igual como nosotros aunque haya que tenido que cruzar el charco o el charcazo, venga de África o de América del Sur. Pero ¡pobre de él si se mete la mano en el bolsillo y no suenan perras!...Pena me da de tanto "olvido". Nadie recuerda cuántos españoles tuvieron que emigrar y pedir auxilio en la misma Argentina por citar un ejemplo.
Y por fin, bajemos de este macromundo y desembarquemos en el micromundo de nuestro día a día...¿creéis realmente que tenéis amigos? Pensadlo bien...y no os fiéis mucho de las palmaditas en la espalda, al menos tomad la precaución de cercioraros que no llevan puñales. Y con este tema ya mejor ni seguir.
Eso sí, la vida es maravillosa. Los turrones están muy buenos, a mi me encanta el duro por ejemplo, los reyes magos vienen para ¿todos?, y en fin de año se colapsan las líneas de teléfono porque nos queremos con locura desde las 00.00 a la 01.00 del magnífico 1 de Enero.
Pues nada yupis y egoístas...¡a vivir! Los que sois felices porque ignoráis todo esto, o creéis ignorarlo, sois sin duda los que mejores vivís. Yo sólo espero ser feliz en mi micromundo sin ignorar lo negro que está el macromundo. Si todos lo hiciéramos quizás nadie pasaría hambre.
Cual destripador de cerdos es necesario ir por partes en este post. Vamos allá.
Cuando llegan estas fechas en las que todo huele a Navidad siento la necesidad de vomitar sobre ella, antes incluso de que haga su aparición anual definitiva. No sólo por lo falso de las fiestas sino por el empeño del mundo en hablar de esa falsedad. ¿De verdad la gente cree que los que le rodean son solo falsos en estas fechas? Si es cierto que la gente piensa así es que estoy rodeada de más yupis de los que imagino.
La gente es falsa a todas horas. Hay quienes incluso se permiten la licencia de ir regalando "te quieros" y olvidan el "follar". Quienes te sonríen y están pensando barbaridades sobre tu persona. E incluso quienes viven lo que no son, estos son mis queridos camaleones, hoy como ese, mañana como aquél.
Y resulta que a esta sociedad le hace falta abrir un polvorón para darse cuenta de la mierda que circula.
Este año, antes de que nos llegue la happy party (nótese la ironía), tenemos un regalo de aquello que llaman el Estado, dícese democrático. Nos regalan unas magníficas votaciones anticipadas para que soñemos que con ellas la cosa va a empezar a ir viento en popa y a toda vela. A mi en realidad todo esto me provoca "sonrisas falsas" en aquellos momentos en los que no puedo debatir, con toda la claridad que quisiera, porque es todo tan jodidamente democrático, que si hablo de mi tendencia política puedo perder mi puesto de trabajo. Y ¡ay Dios qué cositas me trago!.
Me resulta tremendo cuando, aún consciente de ello, reconoces empíricamente la xenofobia capitalista de esta puta sociedad en la que no tengo más cojones que estar. Y sí, lo digo bien. La gente habla de xenofobia y se le "olvida" añadirle el adjetivo 'capitalista', a pesar que sabemos todos que quien trae dinero en el bolsillo es tan igual como nosotros aunque haya que tenido que cruzar el charco o el charcazo, venga de África o de América del Sur. Pero ¡pobre de él si se mete la mano en el bolsillo y no suenan perras!...Pena me da de tanto "olvido". Nadie recuerda cuántos españoles tuvieron que emigrar y pedir auxilio en la misma Argentina por citar un ejemplo.
Y por fin, bajemos de este macromundo y desembarquemos en el micromundo de nuestro día a día...¿creéis realmente que tenéis amigos? Pensadlo bien...y no os fiéis mucho de las palmaditas en la espalda, al menos tomad la precaución de cercioraros que no llevan puñales. Y con este tema ya mejor ni seguir.
Eso sí, la vida es maravillosa. Los turrones están muy buenos, a mi me encanta el duro por ejemplo, los reyes magos vienen para ¿todos?, y en fin de año se colapsan las líneas de teléfono porque nos queremos con locura desde las 00.00 a la 01.00 del magnífico 1 de Enero.
Pues nada yupis y egoístas...¡a vivir! Los que sois felices porque ignoráis todo esto, o creéis ignorarlo, sois sin duda los que mejores vivís. Yo sólo espero ser feliz en mi micromundo sin ignorar lo negro que está el macromundo. Si todos lo hiciéramos quizás nadie pasaría hambre.
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