La verdad, la triste verdad, es que todos, todos los que nos gobiernan son fanfarrones. No nos engañemos. Sólo cambiamos el nombre del fanfarrón que va a dirigir nuestras vidas. La diferencia entre uno y otro es el nivel de fanfarronería. Hablamos del más fanfarrón y del menos fanfarrón. Pero, a riesgo de que esto se convierta en un trabalenguas redundante, fanfarrones todos.
Ver a la gente que celebraba en la calle Génova el triunfo del PP me ha hecho pensar en la vuelta a España de Fernando VII. ¿No le veis la similitud? España recibió al rey Fernando al grito de "¡Vivan las cadenas!" Y cadenas son lo que este país busca. Lo que esos votantes han pedido. Lo que el partido electo les dará.
Volveremos a una sociedad distinta a la que proclama nuestra amada Constitución. Porque sí. Porque no seremos iguales en el momento mismo que ataquen los derechos de la sociedad gay a contraer matrimonio. Porque los hijos de uno no serán iguales a los de otros cuando la educación pública comience a abandonarse. Y porque atacarán el mayor de los logros de la democracia de este país convirtiendo a la Seguridad Social en una medicina de copago. Y no hablemos de la abolición de leyes como la del aborto por una simple cuestión de moralidad religiosa. Ese gran fallo de la política; su unión con la religión.
¡Vivan las cadenas! Qué triste que a un pueblo que le regalan tanta libertad quiera volver a atarse. Obreros en paro que reciben ayudas que les serán negadas y acuden a las urnas a darle el voto a quienes le despojarán de ellas.
¡Vivan las cadenas! Cadenas de un bipartidismo controlado por la ley electoral de Victor d'Hont ideada hace más de un siglo y permitido por un pueblo que parece asustarse a la hora de coger una papeleta distinta a la de PSOE o PP.
¡Vivan las cadenas! Cadenas que nos atarán en corto gracias a una mayoría absoluta aplastante.
¡Vivan las cadenas! Cadenas que amarran a un país adormecido en la comodidad y el estrés. En las ilusiones ópticas de sus distracciones. Cadenas que impiden a este país tomar conciencia de la necesidad de un movimiento social tal que sea equiparable a los movimientos que nos llevaron a la democracia que poco a poco se apagará en la mayoría absoluta.
El pueblo ha hablado. Que el pueblo ahora se pare a observar y termine pensando es la única utopía que me queda por comprobar si puede llegar a ser real.
Ahora sólo nos queda resistir para sobrevivir y desatarnos algún día de las cadenas.
Decía Erich Fromm que el mayor miedo del hombre era el miedo a la libertad. Cada vez es más palpable la verdad de sus palabras.
ResponderEliminarEviva la morte!!
ResponderEliminarviva.... jajaja
ResponderEliminartienes mucha razón si.... a mi me parece increible que un obrero, un trabajadorr vote a la derecha.... pero la gente no se lee los programas electorales??? no se lee la historia,....
votamos por inercia yo creo.... y lo peor de todo es que la gente no piensa en el futuro... votar a un gobierno de dchas pk un presidente de izquierdas lo ha echo mal es como no presentarte a un examen pk has suspendido....
veremos lo que nos espera...
Tienes mucha razón...en cuanto derrogen las leyes, las anulen, incluida la Ley de Igualdad que a los del pp no les gusta, la Dependencia, .... cuando empiezen a ignorar la C.E y el principio de Igualdad... cuando volvamos a la época de Cuentame... veremos ahí que pasa ...
:)