"sonajeando" campanilleros,
una "mecía" de mi padre
con su amor imperecedero.
Fue mi niñez, domingo de ramos
un lunes santo trianero,
bocados de luna en madrugá
en Pureza con sus marineros.
Fue mi niñez viernes santo
de luto cofradiero,
de O y Cachorro gitano
en su barrio de alfareros.
Y aunque mis ideas sean otras,
y aunque en la Iglesia yo no creo,
y aunque el realismo me invade,
y aunque altares no deseo;
sigue siendo mi pasado,
siguen estando mis recuerdos,
sigue en mi mente mi padre,
meciéndome a campanilleros
buscando mi descanso
con sus llaves por sonajero.
Y pasarán así los años,
las semanas santas venideras
al olor de los naranjos,
azahar en flor de primavera.
Y llegará mi madurez,
y peinará canas mi cabellera,
y seguiré emocionándome
con la marcha campanillera.
Soy andaluza y sevillana,
soy sevillana y trianera
soy de puente y Altozano
y lo llevo por bandera.
Yo no puedo explicarlo
y no habrá quien lo entienda
pero esas llaves de mi padre
acunaron mi leyenda.
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