domingo, 30 de octubre de 2011

El teatro de la vida

¿Y si la vida fuera simplemente teatro?
Calderón decía que la vida es un sueño, pero puede que todo sea tan real que interpretemos constantemente una mentira.
Jugamos. A veces pienso que jugamos. Juegas a creer que amas y te aman. Juegas a creer que sonríes. Juegas a creer que el futuro existe. Juegas a pensar que el pasado no afecta. Juegas a creer que eres único. Y juegas a creer que no necesitas a nada más que a ti.
Interpretamos. Interpretas el papel del que ama mientras cuentas mariposas imaginarias revoloteando en el estómago, tan pronto como decides que te duele el parar de sus alas y empiezas a actuar en el dolor del desamor. Interpretas el papel del amigo perfecto mientras te sientes solo. Interpretas el papel de valiente aventurero que salió triunfante de un pasado que enfrenta con valentía el futuro, sin darte cuenta que olvidas lo importante, el presente.
Teatro. Como dice la canción, la vida es puro teatro.
Lo único que puedes elegir en la vida es el papel que quieres interpretar. Eres de los buenos, débiles y soñadores. O eres de los crueles, fuertes y realistas. Pero aunque nos riamos del Quijote y su locura, al final nadie controla los hilos de su vida.
Un día se cierra el libreto y el guión acaba con una vida de papel.

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