domingo, 2 de octubre de 2011

Sentimiento verdiblanco

Cuándo me preguntan qué es el Betis nunca sé muy bien qué decir. ¿Acaso sabe alguien qué decir cuando le preguntan qué siente por sus padres?
Lo sé. Sé lo que pensáis mientras leéis la introducción. Que soy una exagerada. Que el fútbol no se puede comparar con la familia. Incluso diréis: "Qué tía más cateta" sólo porque pensáis que tener ese interés en el fútbol denota poca inteligencia, o, más bien, poca cultura.
Pero quienes se adentren en la lectura quizás entiendan lo que les digos.
Pensar en el Betis es pensar en mi madre, en mi padre y en mi abuelo. No soy una aficionada del equipo, soy una amante. El Betis es un sentimiento que germinaron mis padres, los mismos que junto a mi abuelo lo cultivaron para que mi corazón lo engrandeciese y mi alma a lo hiciera eterno.
Es una necesidad. Tal vez una adicción. No es lo mismo un fin de semana sin sus colores. Me gusta dejarme la voz y las manos en el Benito Villmarín animando y animando. Me gusta decir sus nombre cuando me preguntan de qué equipo soy. Y me gusta lucir sus colores cuando salgo fuera de mi ciudad o cuando las cosas no están bien. Fui criada en el manquepierda.
Solo sé que el Betis puede hacerme reir y llorar e incluso sacar de mi la fiera adormecida que llevo dentro cuando veo que se le hace daño.
Lo cierto es que alargar esto es absurdo. Nunca supe hablar de amor. Jamás tuve la capacidad para describir  un sentimiento puro, eterno y bello.
¿Qué es el Betis? Si a mi familia la amo porque me lo han dado todo, al Betis lo amo por ser legado de mi familia. El Betis es parte de mi vida y el más puro de mis amores.

2 comentarios:

  1. buen blog cariños... me encanta la entrada...yo... creo que también me pasa algo como lo que te pasaa ti. un besito... ^_^

    LAs Vidas Del Ave Fenix.

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  2. me bloqueaste de twitter? no entiendo...

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